Definitivamente me gusta…
Me gusta la rubia. Lo confieso…
Y si… Soy promiscuo. He podido disfrutar de toda la paleta de colores.
He tenido suerte… Con todas he disfrutado… Con todas he cerrado los ojos para saborearlas mejor.
A ninguna he sido fiel.
Pero mi rubia… Uhmmm…
Dorada.. Color Oro.. Brillante…
Las otras… Para un rato están bien…!!
Las más oscuras,…, llegando casi al negro
y las de tonos rojizos tan de moda o granate «cereza» no están mal…
Resultan muy atractivas. Lo diferente, siempre lo es.
No puedo engañarme… También me gustan.
Pero para un rato…
Para una o dos veces seguidas.
Si repito más… Termino cansándome. Donde esté una rubia…!!!!
Con mi rubia puedo pasar buenos momentos… Buenos y refrescantes!!!
Con mi rubia puedo experimentar nuevas sensaciones. Nuevos matices.
Nunca dice no a nada.
No tiene miedo. Su autoestima es poderosa. Sabe que aunque no la sea siempre fiel, al final volveré a ella
Mis labios querrán volver a mojarse en ella
Mi lengua querrá jugar con sus sabores… Todos ellos… Uhmmm
Mi cuerpo cambiara de temperatura.
Puedo gozar de ella a solas, o en compañía. Puedo gozar de ella y emborracharme con su esencia… Con su burbujeante erotismo. !!
A veces he probado a disfrutarla no solo a ella. Ella y más al mismo tiempo. Pero ella siempre lleva la voz cantante…Ella me desinhibe. Ella me pone contento. Ella es la mejor. Ella…
La rubia… Es la que me pone a tono.
En verano y en invierno…
Sola… Con limón… Con gaseosa…
Mi cerveza rubia es la mejor.
Podía haber sido verdad y de hecho lo fue, aunque me lo esté inventando
En uno de los barrios con los restaurantes más caros de Madrid, se encuentra Kokoro. Un pequeño restaurante japonés.
Un lugar sin pretensiones decorativas. Sin otra intención que servir buena y verdadera comida japonesa. Afirmación que queda confirmada al comprobar que la mayoría de la clientela es nipona.
Una vez más Fury-chan fue mi anfitriona y quien me llevo de la mano hasta Kokoro. Pero esta vez pague yo. Ainssss… No iba a pagar siempre ella.
Ella quería que comiéramos empanadillas japonesas (gyoza), verduras variadas a la plancha (Yasai Teppan-yaki) y cangrejo con huevo sobre arroz (Kanitji Don), pero yo no puedo ir a un restaurante japonés y no comer Maki y Sushi.
Mientras esperábamos los primeros platos y degustabamos una cerveza rubia japonesa. Una Kirin.
Enseguida llego el camarero con un aperitivo de Takoyaki, una especie de buñuelos hechos con harina, huevo, agua y rellenos de pulpo. Según http://www.hattori-hanzo.com muy típicos en Osaka.
Me sorprendieron muy gratamente. Riquísimos.
Después y a su debido tiempo llegaron los primero platos. Ensalada de Tofu y Misoshiru (sopa de miso). La sopa casi nunca decepciona, y tampoco lo hace en Tokoro. La ensalada de Tofu resulta suave al paladar y abre el apetito.
Y por fin los segundo… El sushi y el Maki. Mis preferidos.
Maguro o atún rojo, pez mantequilla, salmón, gamba dulce y anguila o unagui para el sushi.
Maguro, salmón y aguacate para el maki. Riquísimo. Que puedo decir…. Repetiré restaurante. ¿Quién me acompaña?
Dimos buena cuenta del wasabi… Ya se… No hay que abusar para dar solo aroma y no restar sabor al pescado, pero me excita tanto…
Menos mal que el tea verde consiguió relajarme. Las teteras son del mismo tamaño para una mesa de dos personas que para una mesa de seis. Por lo que pude rellenar mi taza varias veces.
De postre… Helado de chocolate. Tal vez lo mas flojo del menú. Porque todo lo descrito aquí eran platos elegidos del menú del día. En la carta había muchos más postres.
Pero a la carta ya me invitara alguien. Eso espero.
KOKORO en Tripadvisor Click aquí
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